Así es, la vecina, señora Unice Contreras, por iniciativa propia, emprendió un proyecto de creación de un pequeño jardín al lado de la calle. En la foto se aprecia, lo bonito que está el jardín y sus variadas especies vegetales. Ella, cada cierto tiempo se da el trabajo de regarlas y mantenerlas, los vecinos, a su vez, cuando pasan por el sector, se alegran al ver un jardín que no estaba y que de a poquito fue surgiendo. Si todos siguiéramos este ejemplo, esta ciudad cambiaría por completo, se llamaría la ciudad de los jardines, como antes, de los naranjos. También, aparte del paisajismo que tutelan estas iniciativas, son un motor de turismo, ya que incentiva enormemente su promoción, además de aportar masa vegetal a la biósfera. No se puede dejar de mencionar, además, que esta ciudad está llena de huertos y jardines en los interiores de los hogares, en sus patios traseros. Pues, esta cultura illapelina, también contribuye considerablemente al medio ambiente en el cual vivimos, por lo que es de vital importancia el cuidado y promoción de dichas actividades. Es de esperar que los vecinos de la Población Dos y en Illapel, en general, cuiden este espacio nuevo que da alegría a los transeúntes. Gracias señora Unice por su esfuerzo y dedicación, nos ha dado una gran lección acorde con la naturaleza.